La alteración de la ATM es un problema común entre la población en general; ya que entre un 5% y el 13% de la población mundial muestran sintomatología clínicamente significativas. Además, está comprobado que el porcentaje de mujeres afectadas por esta patología, es considerablemente mayor que el de hombres, situándose alrededor del 70- 90%; asimismo, los datos indican que las pacientes de sexo femenino presentan sintomatología más frecuente, de mayor gravedad, y con mayor tendencia a la cronicidad.
¿Qué es la ATM?
La ATM (Articulación Temporomandibular) se encuentra a ambos lados de la cara; entre el hueso temporal y la mandíbula, y está constituida por un conjunto de estructuras anatómicas de músculos y ligamentos. Su función principal es la de establecer una relación entre el hueso temporal, la base del craneo y la mandíbula.
Como hemos comentado anteriormente, la ATM está compuesta por músculos, ligamentos, discos y huesos; esto hace que existan multitud de causas que pueden derivar en problemas de la ATM; por lo tanto, para hacer un buen diagnostico y posterior tratamiento, lo primero que debemos hacer es identificar el motivo exacto de dicha patología y seleccionar el profesional adecuado para realizar el tratamiento correcto. Normalmente, los profesionales que suelen intervenir en patologías relacionadas con la ATM son: fisioterapeutas, odontólogos, cirujano maxilofacial, e incluso psicólogos y psiquiatras; siendo necesario en multitud de ocasiones la intervención de varios de estos profesionales de forma coodinada.
¿Cúales son los principales problemas que afectan a la ATM?
Después de los númerosos estudios realizados en las mejores Universidades de todo el mundo; se ha llegado a la conclusión de que los principales problemas que desencadenan en disfunciones de la ATM son tres: bruxismo, mal oclusiones dentales (en la mayoría de los casos por la ausencia de una pieza dental) y estrés. Otros problemas menos comunes, pero que también pueden desencadenar en problemas de ATM, están relacionados con la biomecánica del cuerpo, y los detallamos a continuación:
- Mal posición de la mandíbula y el cráneo.
- Problemas de columna.
- Problemas cervicales
- Mal posición de las estructuras supra e infrahioideas.
- Problemas en los hombros y en la columna torácica y lumbar.
¿Cúales son los síntomas más frecuentes?
Entre los síntomas más frecuentes relacionados con la disfunción del ATM podemos destacar los siguientes:
- Dolores en la zona de los oidos, muy cerca de la articulación.
- Dolores de cabeza, incluso cefaleas y migrañas.
- Dolor durante la masticación.
- Dolor y bloqueo de la mandíbula.
- Dolores en la zona bucal, normalmente al abrir y cerrar la boca; y en los movimientos laterales de la misma.
- Dolor en el cuello.
- Dolor muscular miofascial: se presenta habitualmente con dolor unilateral o bilateral en los músculos masticatorios y movimiento mandibular restringido debido al espasmo muscular. La boca debe poder abrirse entre 35 y 45 mm, a menudo el paciente puede tener un bloqueo en cierre que no le permite abrir la boca, ya que el menisco desplazado dificulta la apertura bucal; otras veces puede haber una luxación ya que el menisco desplazado puede impedir que el cóndilo retorne a su posición en la fosa.
- Chasquidos, bloqueo o tensión de la mandíbula.
- Etc
Por tanto, todo lo que pueda producir sobrecarga muscular repetitiva, como las interferencias oclusales, los estados psíquicos como la frustración y la ansiedad, y los hábitos parafuncionales pueden ocasionar desórdenes del sistema, generalmente conocidos como disfunción temporomandibular (DTM).
La importancia de adquirir unos buenos hábitos para la salud.
Diversos estudios realizados han podido comprobar que el hecho de concienciar al paciente sobre su patología y enseñarle como debe convivir con ella, puede ayudar a mejorar el control de la misma y de esta manera mejorar su calidad de vida y su salud en general.
«En Clínica Dr. Acedo nuestro principal objetivo es involucrar al paciente en su proceso de salud, de manera que este tome conciencia sobre la importancia de adquirir unos buenos hábitos que le permitan mejorar su estado de salud en general y por lo tanto su calidad de vida. Solo de esta manera conseguiremos el éxito en nuestros tratamientos. Dr. Francisco Acedo»
Factores predisponentes y de riesgo
De forma general, se acepta la idea de que el origen de los trastornos temporomandibulares es multifactorial y se destacan dos por encima del resto:
- Las interferencias o desarreglos oclusales.
- El estrés. El estrés es la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento, de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas. El mismo se considera una patología presente en la ajetreada sociedad industrial de la actualidad. Los sujetos somatizan la tensión psíquica que conduce a dolencias distintas dependiendo del órgano diana donde la patología se manifieste, en este caso a nivel de la ATM.
Tratamientos físicos y médicos odontológicos:
Entre las estrategias terapéuticas para abordar la ATM destacamos: la educación al paciente y automanejo, la intervención cognitivo-conductual, la medicación, tratamientos odontologicos (normalmente con férulas de descarga, ajustes oclusales, reposición dentaria y reconstrucción de guias caninas) y la terapia física.
¿Cómo se debe tratar?
La primera opción siempre debe ser la más conservadora; por lo tanto, nuestra recomendación es empezar siempre por intentar quitar el dolor con tratamientos fisicos de fisioterapia; una vez el dolor haya desaparecido, debemos acudir a nuestro odontólogo/a para ser tratados con técnicas poco invasivas como pueden ser: la colocación de una férula de descarga o la reconstrucción de guias caninas. En el caso de que ninguna de las propuestas anteriores funcione; debemos valorar la visita a otros especialistas como: cirujano maxilofacial, psiquiatra o psicólogo.